Thursday, December 07, 2006
Wednesday, December 06, 2006
Friday, November 10, 2006
ACABA
El fin del uno empieza.
Ciertos eslabones que componen la maravilla de la revolución dejan de aportar las necesarias fuerzas para adquirir conocimiento científico. Y todo se vuelve pura intuición.
Los vitalistas afirmaban q Adán y Eva eran el comienzo, todo eso terminó cuando Darwin descubrió aquella célula simple en la lengua de la serpiente. El conocimiento científico nació en ese momento. la intuición era el eco del aleteo de un ave fenix.
La ideología del porqué, no representa solución a la incertidumbre y a la ignorancia, más bien viene a posarse en un subnivel poco entendible, apagado y sepultado.
Lo inmaculado y lo desgraciado van en formato siamés transitando cualquier suceso interpersonal que pudiera interferir entre algo conspirado o lo inevitable. No trasciende el inepto ante la talla abrumadora del locuaz.
El ser, como elemento independiente de la transición real, se estaciona cada vez más en lo profundo de la sombra. A escasa luz de sabiduría, menos intentos de elevarse le será otorgado. Con inintencionada acción auspicia su caída irreversible a lo oscuro. El fin es negro.
La metamorfosis de las proporciones adquiere protagonismo en el amplio evento, mientras va durmiendo paulatinamente la capacidad de actuar de manera unitaria. Destellos de ambigüedad transmutan de lo monoteíco a lo estereofónico y cada racha de luz muere en el intento de iluminar el paso del único.
Es posible que el contenido acabe inesperadamente, tanto que sea todo esto una fotocopia adulterada de todos los momentos que no son.
Rz
Ciertos eslabones que componen la maravilla de la revolución dejan de aportar las necesarias fuerzas para adquirir conocimiento científico. Y todo se vuelve pura intuición.
Los vitalistas afirmaban q Adán y Eva eran el comienzo, todo eso terminó cuando Darwin descubrió aquella célula simple en la lengua de la serpiente. El conocimiento científico nació en ese momento. la intuición era el eco del aleteo de un ave fenix.
La ideología del porqué, no representa solución a la incertidumbre y a la ignorancia, más bien viene a posarse en un subnivel poco entendible, apagado y sepultado.
Lo inmaculado y lo desgraciado van en formato siamés transitando cualquier suceso interpersonal que pudiera interferir entre algo conspirado o lo inevitable. No trasciende el inepto ante la talla abrumadora del locuaz.
El ser, como elemento independiente de la transición real, se estaciona cada vez más en lo profundo de la sombra. A escasa luz de sabiduría, menos intentos de elevarse le será otorgado. Con inintencionada acción auspicia su caída irreversible a lo oscuro. El fin es negro.
La metamorfosis de las proporciones adquiere protagonismo en el amplio evento, mientras va durmiendo paulatinamente la capacidad de actuar de manera unitaria. Destellos de ambigüedad transmutan de lo monoteíco a lo estereofónico y cada racha de luz muere en el intento de iluminar el paso del único.
Es posible que el contenido acabe inesperadamente, tanto que sea todo esto una fotocopia adulterada de todos los momentos que no son.
Rz
Monday, October 30, 2006
SON RAZONES
Como decía el abuelo, "De la calle solo se traen problemas"
Salí de paseo, dí muchas vueltas por mi galaxia y encontré nuevas opciones de
alimentar ese hambre de información que hace desatar en mi conciencia una euforia
fuera de lo común.
Prácticamente no habia nadie alrededor mío, sólo esa triste lámpara a kerosene...
Yo y mi cajita de fosforos "Queluz". Ataqué a la lámpara y saqué de ella el exceso de polvo callejero. Me llevó trabajo, árduo trabajo (en lo simple siempre se esconde lo complejo) tardé aproximadamente 10 minutos en sacar la mechita.
Estaba trancada, escondida y sucia, además de ya no tener casi nada de tela/alambre.
Al final, como toda lucha por un proposito, logré encenderla. Hubo luz, nació la luz como nacen los picaflores, de minúsculos huevos puestos por su madre en el lugar más alto del tejado.
Luz que me recordaba a mi infancia, cuando daba vueltas sin sentido, persiguiendo mi cola como lo hacen los perritos, esos argeles que no tienen nada que hacer, o los más felices que encuentran alegría hasta en su propia cola.
Madre: Es dificil encontrar el momento exacto para despedirse o para decirse esas cosas que están tan profundamente metidas adentro. No sé exactamente en que lugar del alma, pero están. TE QUIERO. En todos los momentos.
La luz logró que pudiera ver detalles escondidos en esa habitación, que daba a una puerta que daba a un pasillo que daba a la calle (de donde solo se traían problemas).
NOSTALGIA. A qué no sé.
AMOR. A todo. A vos.
Son Razones para escribir sobre esas dos razones.
Rz
Salí de paseo, dí muchas vueltas por mi galaxia y encontré nuevas opciones de
alimentar ese hambre de información que hace desatar en mi conciencia una euforia
fuera de lo común.
Prácticamente no habia nadie alrededor mío, sólo esa triste lámpara a kerosene...
Yo y mi cajita de fosforos "Queluz". Ataqué a la lámpara y saqué de ella el exceso de polvo callejero. Me llevó trabajo, árduo trabajo (en lo simple siempre se esconde lo complejo) tardé aproximadamente 10 minutos en sacar la mechita.
Estaba trancada, escondida y sucia, además de ya no tener casi nada de tela/alambre.
Al final, como toda lucha por un proposito, logré encenderla. Hubo luz, nació la luz como nacen los picaflores, de minúsculos huevos puestos por su madre en el lugar más alto del tejado.
Luz que me recordaba a mi infancia, cuando daba vueltas sin sentido, persiguiendo mi cola como lo hacen los perritos, esos argeles que no tienen nada que hacer, o los más felices que encuentran alegría hasta en su propia cola.
Madre: Es dificil encontrar el momento exacto para despedirse o para decirse esas cosas que están tan profundamente metidas adentro. No sé exactamente en que lugar del alma, pero están. TE QUIERO. En todos los momentos.
La luz logró que pudiera ver detalles escondidos en esa habitación, que daba a una puerta que daba a un pasillo que daba a la calle (de donde solo se traían problemas).
NOSTALGIA. A qué no sé.
AMOR. A todo. A vos.
Son Razones para escribir sobre esas dos razones.
Rz
MUTEANTE
60 años... oliendo estos muros llenos de humedad, destinado a jamás atravezarlos. Separan mi machucado cuerpo de la supuesta libertad. Mi castigo no es injusto, asesiné sin prejuicio alguno a todo ser viviente que atravezó mi campo visual.
Admito que tuve suerte. Yo cegando más de 1000 vidas, recibí como castigo un eterno encierro, alejado de toda civilización. Pero pudiendo ver amaneceres. Ocasos. Días grises y soleados. Sintiendo el aroma que traen las brisas de este peñazco. Oyendo el silencio...
Y así poder con todo el tiempo del mundo, romper el cascarón, dejar este envase de mugre y muerte, volverme verde y fuerte, como el moho que abraza irremediablemente nada.
Desde el tercer día de encierro, sé que fué el tercero porque desde ahí dejé de contarlos (claro, no valía la pena contarlos si tarde o temprano se acabarían inevitablemente)
El único ser vivo que no exitó a mi jolgorio asesino, fué ella. AURORA, la más hermosa langosta.
Duró muy poco nuestro amor corporal. Como castigo creo yo, que al muy fuerte abrazarla, quebré su vida, dejando escapar su alma atravezando el éter exageradamente más rapido que la luz.
Sólo 3 días. Pero estaba escrito hasta en los muros cubiertos de humedad que debía sufrir por el resto de mis días. Y sufrí, demasiado creo yo, tanto como para despertar mi imaginación, no la asesina, sino la materializadora, esa que es capaz de descifrar los códigos atómicos y transmutar cualquier cosa en otra.
Abracé por última vez su inerte cuerpo, esta vez ya con poca presión. Llevé su lomo a mis labios y la besé por última vez. Luego me la comí. Sin masticarla, dejando que atravezara mi garganta hasta llegar al centro de mi cuerpo completamente intacta.
Hice todo esto, siguiendo el dictado de mi imaginación materializadora, que prometió convertirme en ella misma, ejectando a mi alma de toda posibilidad de reencarnación.
Ni una sola pizca de lo que alguna vez fuí, inclusive en vidas pasadas debía quedar como evidencia.
Trato de anotar todo lo que pueda, pero ya me estoy quedando sin moho en la pared, ya no tengo lienzos de piedra en donde relatar mi historia de amor.
Y cada vez, un poco más verde voy sintiendo al fin la hermosa promesa de esa voz.
"no dejar evidencias"
Rz.
Admito que tuve suerte. Yo cegando más de 1000 vidas, recibí como castigo un eterno encierro, alejado de toda civilización. Pero pudiendo ver amaneceres. Ocasos. Días grises y soleados. Sintiendo el aroma que traen las brisas de este peñazco. Oyendo el silencio...
Y así poder con todo el tiempo del mundo, romper el cascarón, dejar este envase de mugre y muerte, volverme verde y fuerte, como el moho que abraza irremediablemente nada.
Desde el tercer día de encierro, sé que fué el tercero porque desde ahí dejé de contarlos (claro, no valía la pena contarlos si tarde o temprano se acabarían inevitablemente)
El único ser vivo que no exitó a mi jolgorio asesino, fué ella. AURORA, la más hermosa langosta.
Duró muy poco nuestro amor corporal. Como castigo creo yo, que al muy fuerte abrazarla, quebré su vida, dejando escapar su alma atravezando el éter exageradamente más rapido que la luz.
Sólo 3 días. Pero estaba escrito hasta en los muros cubiertos de humedad que debía sufrir por el resto de mis días. Y sufrí, demasiado creo yo, tanto como para despertar mi imaginación, no la asesina, sino la materializadora, esa que es capaz de descifrar los códigos atómicos y transmutar cualquier cosa en otra.
Abracé por última vez su inerte cuerpo, esta vez ya con poca presión. Llevé su lomo a mis labios y la besé por última vez. Luego me la comí. Sin masticarla, dejando que atravezara mi garganta hasta llegar al centro de mi cuerpo completamente intacta.
Hice todo esto, siguiendo el dictado de mi imaginación materializadora, que prometió convertirme en ella misma, ejectando a mi alma de toda posibilidad de reencarnación.
Ni una sola pizca de lo que alguna vez fuí, inclusive en vidas pasadas debía quedar como evidencia.
Trato de anotar todo lo que pueda, pero ya me estoy quedando sin moho en la pared, ya no tengo lienzos de piedra en donde relatar mi historia de amor.
Y cada vez, un poco más verde voy sintiendo al fin la hermosa promesa de esa voz.
"no dejar evidencias"
Rz.
TRAMA
Un inserto en mi cerebro. Que tiene tu nombre en tinta roja, cursivamente escrito a pulso. Que no dejaba de leerlo, de estudiarlo, y de calcarlo en mi mano.
Un injerto de recuerdos. Que cayeron como hojas de lapacho sobre mis lagrimas lilas, estratégicamente ubicadas sobre la misma baldosa de vereda. Que no me dejaba enfocar la mirada, que no me dejaba ver nada.
Un intento fallido. Que no supo seguir la ruta calcada en rojo, perfectamente trazada con agua de llanto sobre la misma imagen enfocada de tu ausencia repetida una y otra vez sobre mi arrepentimiento.
Rz
Un injerto de recuerdos. Que cayeron como hojas de lapacho sobre mis lagrimas lilas, estratégicamente ubicadas sobre la misma baldosa de vereda. Que no me dejaba enfocar la mirada, que no me dejaba ver nada.
Un intento fallido. Que no supo seguir la ruta calcada en rojo, perfectamente trazada con agua de llanto sobre la misma imagen enfocada de tu ausencia repetida una y otra vez sobre mi arrepentimiento.
Rz
Easy
De contramano al tiempo, en caída libre hacia el tope del infinito.
Un instante de tu gloria invade este segundo, a destiempo del desvelo y acariciando el rostro del viento... simplificada, anonima, abusada, opacada, atropellada, muerta y renacida. Viene cayendo lo explosívo de tu aura para implosionar expulsando a mi encierro de su órbita.
Así de sencilla sos mi vida.
Rz
Un instante de tu gloria invade este segundo, a destiempo del desvelo y acariciando el rostro del viento... simplificada, anonima, abusada, opacada, atropellada, muerta y renacida. Viene cayendo lo explosívo de tu aura para implosionar expulsando a mi encierro de su órbita.
Así de sencilla sos mi vida.
Rz
FRUGIL
Empezó cayendo. Rodando sobre lo que sobraba de mesa. Atropellando el inicio de la silla. Calculando la supuesta altura del momento.
Mis días de ansiedad, esas semanas de vacío envolvente habían saltado el tope, rebozando la raya, la estéril línea que no unía nada.
Desvanecía su presencia la extrema ausencia de no encontrarse en ningun lugar.
El entero universo que rodeaba era solo piel y hueso de cualquier ilusión.
Rz
Mis días de ansiedad, esas semanas de vacío envolvente habían saltado el tope, rebozando la raya, la estéril línea que no unía nada.
Desvanecía su presencia la extrema ausencia de no encontrarse en ningun lugar.
El entero universo que rodeaba era solo piel y hueso de cualquier ilusión.
Rz
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